viernes, 30 de diciembre de 2011

El embrión de un blog

He escrito un texto feroz, rápido, inspirado, bervorréico y bastante interesante para inaugurar este blog, Librolandia, al que estáis todos invitados.

Os preguntaréis dónde está ese texto. En idéntica circunstancia me encuentro yo que, absolutamente inexperto en este campo, no he tenido la precaución de hacer algo para no perderlo. Ergo lo he perdido.

En definitiva trataba de explicar la situación actual, según mi criterio, del mundo editorial pasando por todos los eslabones que forman la cadena que lleva desde el autor hasta el lector. Si, si, también hablaba de editores, libreros, prologuistas y demás fauna que participa en todo este entramado que se aguanta en un cada vez más débil armazón o andamio, cómo prefiráis, que a medio plazo se vendrá abajo.

La verdad es que me había quedado bastante bien. Incluso nombraba a Vila-Matas y su Orden del Finnegan's. Hacía un repaso a las manías que tenemos los lectores contumaces, la importancia que le damos al continente -sea cual sea el contenido- la manía de amontonar libros y no deshacernos nunca de ellos, incluso ni prestarlos aunque no los vayamos a abrir más, etc.

Pero lo he perdido.

Supongo que hay que pagar la novatada así que me he puesto del tirón con esta nota introductoria que amenaza con alargarse demasiado. La ventaja que tiene la torpeza cometida es que ya tengo bastantes cosas sobre las que hablar en sucesivos posts sin haberlas soltado todas de golpe con la vehemencia que me es característica.

Como ya dije en twiter, los resistentes, llamémonos así, formamos una especie de hermandad involuntaria y nos leemos, editamos, recomendamos, compramos y vendemos a nosotros mismos en un verdadero ejercicio de onanismo autárquico.

Los lectores ocasionales, los de las modas, los de los regalos, los obligados por los estudios, etc. quedan al margen y pasarán con rapidez a otros soportes que les ayuden a apartarse de un objeto que les da grima y que nosotros idolatramos: el Libro.

Así pues, nos leemos...si gustáis.

José A. Valverde.

1 comentario:

  1. Tengo el honor de inaugurar los comentarios de tu recién estrenado blog. Me encanta!
    Me encanta el honor, me encanta la idea del blog, me encanta la nota y, por encima de todas las cosas, me encanta que hayas perdido el texto que lo inauguraba.
    Con semejante principio es pácticamente seguro el éxito del blog.
    (Copio el comentario, por si también se pierde por el ciberespacio)
    Eva

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